En los programas de educación para el amor, no deberíamos olvidarnos de la necesidad que tienen los jóvenes de crecer en madurez afectiva para poder vivir sus relaciones románticas sin ataduras, dependencias afectivas y desde la igualdad. Se evita así que sus relaciones sean inmaduras, controladoras, tóxicas, pudiendo resultar incluso en relaciones violentas ahora o en el futuro, siendo adultos. Ver entrevista completa en arguments.